martes, 3 de noviembre de 2015

El anillo al que ayudaron las lesiones

Como todos los aficionados a la mejor liga del mundo de baloncesto saben, los Golden State Warriors se proclamaron campeones de la NBA el pasado mes de junio. Con un juego espectacular y mortífero, los de la bahía completaron una gran temporada regular que cerraron derrotando a los Cleveland Cavaliers de LeBron James en las Finales. Pero, ¿hasta qué punto ayudaron las lesiones de sus rivales para que ganasen su primer título en 40 años?

Zillgitt, J. (2015) The Golden State Warriors celebrate the NBA championship after beating the Cleveland Cavaliers [fotografía] Recuperado de http://www.financialgazette.co.zw/golden-state-warriors-win-nba/
Stephen Curry, Klay Thompson, Steve Kerr, Draymond Green, Andre Iguodala, Harrison Barnes, el Oracle Arena...Todos esos ingredientes que forman un equipo letal, atractivo y ganador. Un equipo de moda pero muy querido. Pero sobre todo con el jugador más popular del último año, la revelación en la élite, Stephen Curry, el chico que anota canastas imposibles mientras te sonríe.

Sin duda los Warriors se merecían el anillo. Una temporada espectacular con 67 victorias en 82 partidos, a sólo cinco del récord de los Chicago Bulls de Michael Jordan. El MVP Curry, otro All-Star en crecimiento como Klay Thompson y un entrenador rookie que parecía de todo menos rookie.

Pero ganar un campeonato de la NBA no es sólo tener buenos jugadores, buen entrenador, química y grandes seguidores, se necesita mucho más y, cómo para todo, un poco de suerte. Los Warriors se buscaron la suya, pero el resto de equipos no la encontraron.

En primera ronda de los Playoffs se cruzaban con el octavo clasificado del Salvaje Oeste, los New Orleans Pelicans. Anthony Davis estuvo colosal, sus primeros partidos de postemporada le sirvieron para demostrar el talento que acumula, pero no fue suficiente. Cierto es que el equipo entrenado por Monty Williams era claramente inferior a los Warriors, aunque las lesiones no ayudaron a plantar cara.

  • Jrue Holiday. Principal baja de los Pels. Base All-Star, joven y con calidad para ser uno de los mejores point-guards de la NBA. Una temporada prácticamente en blanco para reaparecer en unos Playoffs en los que sólo disputó 18 minutos por partido.
  • Ryan Anderson. Venía de una temporada complicada después de que su novia de suicidase y de tener múltiples problemas con lesiones. Su mejor versión, la de ser una referencia anotadora exterior entre los interiores de la liga, se veía por etapas y contra los Warriors no llegaba a los 25 minutos por partido.
  • Omer Asik. Pívot de los clásicos, defender, rebotear y finalizar. Cómo poco cumplidor, algo que no demostró en su primer año en Louisiana. Las lesiones tampoco le permitieron ser ese center robusto que fue en los Houston Rockets y se quedó en menos de 20 minutos de media por encuentro.
Los Warriors ventilaron sin mayores problemas la serie, un contundente 4-0 mientras el resto de franquicias se peleaban por avanzar. Así llegaban los Memphis Grizzlies, que se veían en el mejor momento de su historia y con un Marc Gasol denominado cómo el mejor pívot del planeta. Carácter, defensa y garra era a lo que se enfrentaban los futuros campeones.

  • Mike Conley. Sólo una baja, pero quizás la más preocupante para los Grizzlies. El encargado de defender a Stephen Curry, Mike Conley, uno de los bases más infravalorados de la liga y de los mejores defensores, jugó cinco de los seis partidos de la serie. El primero se lo perdió ya que no llegaba tras ser operado por un golpe sufrido en primera ronda contra los Blazers. Los médicos le dijeron que no jugará hasta el tercer o cuarto choque de la serie, pero forzó para estar desde el segundo. Mostró su compromiso con el equipo, pero no pudo demostrar su gran nivel y Curry se salió en toda la serie.
Finales de Conferencia Oeste. Quedaba poco para llegar a las tan ansiadas Finales de la NBA, pero quedaba por demoler un gran escoyo, los Houston Rockets. Los tejanos venían de una remontada imposible contra Los Angeles Clippers, más cansados pero con la confianza por las nubes. Rápidamente Curry y compañía les devolvieron a la realidad ganando los tres primeros encuentros. Las estadísticas hablaban por sí solas, nunca un equipo ha remontado un 3-0 en Playoffs y los Rockets no lo consiguieron. Aunque las bajas eran numerosas para los de James Harden.

  • Patrick Beverley. Un perro defensivo, de esos jugadores que nadie quiere ver ni en pintura. Un autentico bulldozer que en más de una ocasión ha tenido problemas con otros jugadores por su excesiva dureza. Se lesionó a final de temporada y era el encargado de aportar defensa en el backcourt. Al no estar disponible, Curry se veía defendido por Jason Terry y Pablo Prigioni, dos veteranos venidos a menos.
  • Terrence Jones. Ala-pívot joven y el presumible titular en la pintura junto a Dwight Howard. Toda la temporada fueron incógnitas y lesiones, no se sabía exactamente ni el problema ni cuando volvería a las pistas. Al igual que Beverley, vio la serie sentado en el banquillo y vestido de largo. Jugador importante y al que sin duda echaron de menos.
  • Donatas Motiejunas. El otro ala-pívot del equipo. El lituano venía cosechando unas temporadas flojas en la NBA, pero en la 2014/2015 fue una de las revelaciones. Un tapado que encajaba a la perfección junto a Howard gracias a su tiro exterior y sorprendente defensa. Las lesiones tampoco le perdonaron y después de su mejor temporada como profesional no pudo disputar los Playoffs. Segunda baja sensible para la pintura del coach Kevin McHale.
Con tan sólo tres derrotas en su casillero se plantaban los Warriors en las Finales, dispuestos a poner fin a la sequía de 40 años sin título. La gloria estaba cerca, pero sin duda quedaba el rival más duro por batir. Los Cleveland Cavaliers llegaban a las Finales en su primer año de big-three con LeBron James, Kyrie Irving y Kevin Love, pero sólo uno de ellos disputaría la serie. Unas maravillosas Finales que batieron récords de audiencias y en las que ambos equipos se dejaron la piel para ganar el anillo. Por desgracia para los de Ohio, sus bajas eran demasiado significantes y aún así estuvieron por delante en la serie y cerca de proclamarse campeones.

  • Kyrie Iring. Rookie del Año, MVP del All-Star Game y MVP del Mundial como principales logros con 22 años, ¿algo más que añadir? De nuevo Curry no tenía otro gran base enfrente al que atacar, ya que Irving disputó el primer partido y se lesionó gravemente de la rodilla. Todavía sigue de baja.
  • Kevin Love. Otro miembro del big-three, otro All-Star de los Cavs que no jugó las Finales. En este caso Love se perdió prácticamente toda la postemporada como consecuencia de una lesión en primera ronda contra los Boston Celtics. No fue su mejor año a nivel individual, pero se trata sin duda de un jugador fundamental en los planes de David Blatt.
  • Anderson Varejao. El center brasileño es todo un icono en Cleveland, Lleva toda su carrera allí y siempre se deja la piel en pista. A comienzos de temporada se lesionó para todo el curso y los Cavs tuvieron que buscarle un reemplazo en Timofey Mozgov.
  • Iman Shumpert. Otro jugador fundamental. Defensa y tiro exterior básicamente, joven y con más de 30 minutos siempre en los Cavs. Jugó las Finales, si, pero lo hizo lesionado, algo que se notó especialmente en su 32 por ciento en triples.
Los Warriors merecieron ganar, sin duda alguna, Temporada impecable y Playoffs contundentes. Casualidad o no, Curry no tuvo enfrente a ningún base al 100 por cien: Holiday recién recuperado, Conley jugando lesionado, Beverley fuera e Irving sólo disputó el primer partido. Sin duda los Warriors buscaron su propia suerte y la encontraron, mientras que fue esquiva para todos sus rivales en el camino al anillo de la NBA

Fuente: SomosNBA. Artículo publicado el 17 de junio de 2015 en somosbasket.com

Fotografía: Zillgitt, J (2015) The Golden State Warriors celebrate the NBA championship after beating the Cleveland Cavaliers [fotografía] Recuperado de http://www.financialgazette.co.zw/golden-state-warriors-win-nba/ 

1 comentario:

  1. Muy buena entrada, sin quitar mérito a Warriors pero señalando la realidad de los equipos a los que se enfrento.

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